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Mostrando entradas de 2011

Quizás el querer tanto, hace que no tenga nada.

Situación difícil cuando necesitas decidir que hacer con vos mismo y con tu alma. Difícil cuando uno se ha convertido en la consecuencia del pasado y los demás. Sé que me equivoqué ayer, hoy y volveré a hacerlo mañana… lo importante de ello es que aprenderé de cada uno de mis errores. Dios sabe cuánto lo intento… cuánto me esfuerzo por lo que quiero… cuánto quiero superarme y ser quien deseo ser. No soy perfecta, estoy muy lejos de serlo a decir verdad… descubrí que aún hoy no consigo manejar mis sentimientos ni a mí misma… por momentos me descontrolo y mi temperamento e impulsos me dominan. Por momentos sólo siento, no razono, no pienso. Soy causa y efecto. Queda expuesto así uno de mis grandes defectos, un obstáculo que intento derribar… Quiero aprender de ello, aprender para que ciertos aspectos de la vida no me afecten. Quiero dejar este estado de vulnerabilidad que me llega en ciertos momentos del año… quiero olvidar las penas y fracasos para disfrutar los logros y aciertos. Se me

Ella era feliz, pero no lo sabía...

Ya no sé que hacer conmigo misma. Haces que pierda la seguridad en lo que hago, en lo que pienso y digo… Sé que soy estructurada, cerrada y algo rígida con mis pensamientos pero la vida me formó así… y me duele, me cuesta porque creo que no puedo cambiar esto que siento y que me lleva a ser así. No puedo evitar esperar que el otro me sorprenda. Yo quisiera salir de este círculo… ser distinta, sentir menos quizás en todo, ser menos susceptible, sensible y apegada… Pero la vida me desconcierta y ya no sé qué decir… qué hacer… porque en algunas materias nada me sale bien. Yo quisiera tener el manual de la vida, saber qué decir y en qué momento… conocer a las personas correctas y darles a ellas todo de mí. Yo quisiera ser más sabia en todas mis decisiones y saber cuál es el lugar correcto donde me debo quedar… Yo quisiera tener la palabra justa para cada momento… cada alegría, cada tristeza y cada sinsabor que se presente. Yo quisiera dejar de calmar cada tristeza y desilusión con un nuevo

¿El pan o la torta?

Me sorprendí. .. De repente era yo, pero pensando distinto. Diciendo que actúes de la manera que jamás hubiese concebido. Decirte eso un tiempo atrás iba contra mis principios, pero hoy lo creí mi mejor consejo. Y dije algo que en ese momento creo fue lo más acertado: “Es algo que se siente o no se siente”. Y es así… creo que mucho se puede cambiar en la vida, pero hay sentimientos que simplemente nacen, florecen, y se manifiestan. Se pueden forzar situaciones, hasta formas de actuar, de contestar… podemos fingir hasta cierta comodidad con el otro, fingir amor tal vez? … Sí, el amor también lo podés fingir. Pero jamás forzarlo. Aunque uno quiera, luche por lograr que haga lo que uno desea, el amor es independiente de nosotros e imposible de forzar. Quiere o no quiere, decide por sí mismo y jamás, jamás, te pregunta nada. Somos nosotros los que le vivimos preguntando cosas y dejándonos llevar por sus deseos. Siempre habrá miedos, de todos los tipos y especies… pero vale una vida eterna

Descubrir a la maniática que no lo es.

Parecés una loca maniática, pero no lo estás… si supieran que tu locura es la cordura que le falta a más de uno… te ven como una loca porque no sos de este mundo. Un mundo repleto de… ¿cómo describirlo?... ¿se les puede poner un adjetivo, un nombre a estos seres descorazonados?.. No lo creo. No te entienden… estás más allá… no pueden alcanzarte, volás muy alto. Quisiera acoplarte al resto para que dejes de sertirte a la deriva, distinta a los demás, la oveja negra del rebaño… pero cuando estoy en el momento preciso de darte un toque y convertirte me digo NO. Me grito furiosamente un NO rotundo, un NO duro… que me hace reaccionar en pocos segundos. ¿Por qué convertirte en eso que aborreces?.. ¿Por qué eliminar tu pureza… esa pureza tan tuya, tan propia?... ¿Por qué eliminar tu esencia   y junto con ella mi única esperanza?... Esa esperanza que no se cansa de tocar una puerta que nadie abre. Porque la grandeza y la valentía es de unos pocos… y te cuesta entender, te cuesta aceptar lo que

Recordar

Todo se me complica tanto que hay veces en que necesito desconfiar de lo que siento. Necesito decirme basta  a mí misma, ponerme el freno y obligarme a pisar sobre la tierra. Es increíble como puedo olvidarme mil cosas que quizás hice ayer y recordar otras de un tiempo más remoto y lejano pero mucho más patentes en mi mente... No recuerdo que cené ayer, o si cené porque mi vida corre en una marathón a un ritmo tan acelerado que apenas puedo distinguir los días, reconocer el paso del tiempo. Pero sí recuerdo el rincón del baño. Sí recuerdo la almohada mojada por mis lágrimas, angustiada por haber roto el adorno de mamá y haber callado de culpa. Sí recuerdo la insistencia en molestar a aquella pobre santa que hoy no está enredándole la cola, haciéndole colitas a sus orejas. Sí recuerdo las maldades... ese correr desesperado por alcanzar la hamaca del parque del preescolar. Sí , eso sí lo recuerdo.

Click

¿Cómo se puede entender a quien no se entiende a sí mismo? A quien juega el juego de los silencios y de los comentarios sin responsabilizarse de nada?... ¿Por qué será que hay gente a la que le cuesta horrores hacerse cargo de su propia vida?¿Por qué siempre resulta más fácil echar culpas a los costados y no aceptar que nos equivocamos?... Hay que parar. El mundo va a seguir girando, no creas nunca que dejaría de girar sin vos... todo seguirá igual si corrés o parás unos minutos. Sentáte, pensá, mirá, entendé, hablá. Y lo más importante escucháte a vos mismo. ¿Quién querés ser?¿Vas camino a ser esa persona o estas lejos de ella? Es hora de hacer un click, cambiar la mirada y profundizarla.

Aún (Kill me god!)

Creo que jamás entenderé esa actitud de buscar en mí lo que cuando lográs tener, despreciás.   Esas ganas de confundirme nuevamente en el más alto estado en el que vos estás. Sí mi amor, no sabés lo que queres ni lo que necesitas, sos inseguro y tenés miedo de jugarte por lo que querés. Tenés miedo de dejar lo seguro, el nido, miedo del cambio y del posible fracaso, sin darte cuenta de que tu gran y único fracaso es no animarte a progresar y a confiar en lo que pensás. Lamentablemente ni yo ni nadie te puede ayudar ni sacarte del lugar cómodo y seguro en el que estás. Lamentablemente   si no podés confiar en vos mismo y arriesgarte nadie más lo hará…    Por lo que sientí y siento hoy aún, yo podría elegir esperar a que tal vez desvíes la mirada nuevamente hacia mí, como lo hiciste una vez, pero tu inestabilidad me hace huir… No sé como reaccionar, pienso que obrás desde la maldad, desde tu ego, pero a la vez no quiero pensar así. Prefiero sin disipar con vos mis dudas, creer que en med

Afortunados

“Ah, cuanto tiempo perdido en pensar que la vida se puede explicar, ¿por qué confié en mi razón?”…  Quizás ese es el peor error… o el mayor acierto?... La vida son mil caminos, pero un sendero. La vida es una elección. El corazón puede latir pero estar muerto, ¿así te sentís?. Nadie puede ni podrá quitarte ese vacío y esa incertidumbre de decir… ¿qué hago yo acá, en este gran manicomio?, ¿Por qué Dios me depositaste en esta jaula de buitres, donde el amor es algo desconocido?. No es momento de buscar respuestas, no se trata de avasallar a preguntas nuestro interior, es momento de conocernos. Es el momento de comprender sin decir más. De darle la mano a la compasión, de saber que todos tienen el mismo derecho a equivocarse, a tropezar y caer una y mil veces más. Aprender que ser juez del resto, sólo nos condenará de la manera más vil y tirana. ¿Cuándo aprenderá el hombre que lo importante es dar lo mejor de sí?... No importa a quién sirvas, no importa quien se aproveche, se burle o s