Ir al contenido principal

Afortunados

“Ah, cuanto tiempo perdido en pensar que la vida se puede explicar, ¿por qué confié en mi razón?”…  Quizás ese es el peor error… o el mayor acierto?...
La vida son mil caminos, pero un sendero. La vida es una elección. El corazón puede latir pero estar muerto, ¿así te sentís?. Nadie puede ni podrá quitarte ese vacío y esa incertidumbre de decir… ¿qué hago yo acá, en este gran manicomio?, ¿Por qué Dios me depositaste en esta jaula de buitres, donde el amor es algo desconocido?.
No es momento de buscar respuestas, no se trata de avasallar a preguntas nuestro interior, es momento de conocernos. Es el momento de comprender sin decir más. De darle la mano a la compasión, de saber que todos tienen el mismo derecho a equivocarse, a tropezar y caer una y mil veces más. Aprender que ser juez del resto, sólo nos condenará de la manera más vil y tirana.
¿Cuándo aprenderá el hombre que lo importante es dar lo mejor de sí?... No importa a quién sirvas, no importa quien se aproveche, se burle o se beneficie con tu dolor y sacrificio. Importa que sepas quien sos, que te enfrentes a los obstáculos y sepas dar… dar ese ejemplo, ese modo de ser envidiable que intentarán robarte por el hecho de ser único y especial. AFORTUNADOS.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Que nos vaya bien.

Hay tantas ideas dando vueltas por todos lados. No se quedan quietas, van y vienen acompañadas de cierto grado de amor, locura, tristeza… me cuesta frenarlas, por momentos me adapto, las entiendo. Por otros quiero revolearlas, abrir la puerta y echarlas de mi mundo. Son tantas cosas… tantos sentimientos, experiencias, emociones… es tan normal lo que me pasa… sin embargo y como todos lo único que quiero es acelerarme este proceso doloroso de duelarte, de duelarnos. Y creo que es verdad lo que leí hace unos días, duele y cuesta más en función de la intensidad con lo que lo viviste… y yo te sentía tan dentro mío… eras mi corazón, mi alma y mi vida entera. Qué error. Es un gran error cederle toda tu vida y tu amor a otra persona que no es uno mismo… ceder el completo control de nuestro ser… eso lo aprendí con vos. Pero aunque lo aprendí, creo que son las cosas que nos hace el amor… el amor se nos mete sin darnos cuenta, lo aspiramos, se mete abajo de la piel, se te impregna tanto que

Desconcierto

Quisiera saber qué ganas con todo esto. Con este juego perverso de adivinar si aún te amo, si aún te extraño. ¿Con qué fin?, si eso sólo acarrea tristeza, nostalgia y desilusión?... No.   Basta de querer robarme la sonrisa, de jugar a ser el dueño de mi alma, tiré el tablero y cambié las fichas de esta ronda… no quieras pisarme una vez más. Es cierto, nadie me dislumbra ni me despierta interés, nadie puede quitarme del alma este gusto amargo… pero a quién debería culpar? Si esta vida es sólo mia, si soy la autora del guión de mi destino… no voy a seguir tus pasos y a justificar cada uno de mis errores jugando a la victimización barata, NO. Si se dio y se dá así, será como deba ser, y aunque mi ser no aguanta este incontrolable impulso del necesitar confrontarte y preguntarte mis mil por qués, me daré la media vuelta y jugaré al no saber, al no querer como a una droga esa verdad que sólo tus palabras me pueden anunciar… Yo que tanto deseaba ser parte de ti y que tú lo seas de mí, renunc

¿El pan o la torta?

Me sorprendí. .. De repente era yo, pero pensando distinto. Diciendo que actúes de la manera que jamás hubiese concebido. Decirte eso un tiempo atrás iba contra mis principios, pero hoy lo creí mi mejor consejo. Y dije algo que en ese momento creo fue lo más acertado: “Es algo que se siente o no se siente”. Y es así… creo que mucho se puede cambiar en la vida, pero hay sentimientos que simplemente nacen, florecen, y se manifiestan. Se pueden forzar situaciones, hasta formas de actuar, de contestar… podemos fingir hasta cierta comodidad con el otro, fingir amor tal vez? … Sí, el amor también lo podés fingir. Pero jamás forzarlo. Aunque uno quiera, luche por lograr que haga lo que uno desea, el amor es independiente de nosotros e imposible de forzar. Quiere o no quiere, decide por sí mismo y jamás, jamás, te pregunta nada. Somos nosotros los que le vivimos preguntando cosas y dejándonos llevar por sus deseos. Siempre habrá miedos, de todos los tipos y especies… pero vale una vida eterna